Este extraño ser tiene pico de pato, cola de castor y patas de nutria, a pesar de ser un mamífero pone huevos y los machos liberan veneno por el espolón del tobillo. Su apariencia es tan rara que los primeros biólogos que supieron de su existencia creían que era un fraude. Su extraña apariencia hace que los biólogos evolutivos lo hayan estudiado a fondo determinando que su genoma tiene varios rasgos reptilianos y sus cromosomas sexuales son más parecidos a las de las aves que a los de los mamíferos.
Se trata de un insecto de unos 15 milímetros de longitud. Su cuerpo se asemeja a las espinas de las plantas donde habita y tiene un color muy parecido al de estas lo que le permite camuflarse y evitar a sus depredadores, además se alimenta de la savia de estas mismas plantas. Se encuentra en América desde Brasil hasta México.
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