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Cataratas del Iguazú

Son unas cataratas que se encuentran en la frontera entre Brasil y Argentina. Contienen 275 saltos, de los cuales el más alto es la Garganta del Diablo que tiene 80 metros de salto de agua. El primer europeo en llegar fue Nuñez Cabeza de Vaca en 1542, cuando llegó allí la zona estaba habitada por los indios guaranís.

Salto Ángel (Kerepakupai Vená)

Es la catarata con el salto de agua más alto del mundo, teniendo una caída de 979 metros. Se encuentra en el Parque Nacional Canaima en Venezuela, y su agua pertenece al río Gauja, también llamado Kerep. Su nombre se debe a Jimmy Angel un aviador estadounidense que fue el primero en posarse en la cima de la catárata, aunque parece ser que un explorador español, Fernando de Berrío ya había llegado allí en el siglo XVII. Su nombre original, Kerepakupai Vená, proviene de la lengua Pemon y significa "salto del lugar más profundo".

Cataratas del Niágara

Son las cataratas por las que pasa más volumen de agua de Norteamérica con una caída de de unos 52 metros. Consta de tres cataratas, llamadas las canadienses, las estadounidenses y las de Velo de Novia. Su nombre proviene de la lengua iroquesa y significa trueno de agua. Los primeros europeos en llegar a la zona fue un grupo comandado por Samuel de Champlain aunque el líder de este grupo jamás las vio pero si hace mención de lo que vieron gentes de su grupo. Están situadas en el río Niágara en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, pasando por allí el agua de los Grandes Lagos. Debido a que se encuentra en ambientes muy fríos en invierno, a veces se forman trozos de hielo en los alrededores y pequeños icebergs.

Cataratas Victoria (Mosi-oa-Tunya)

Se considera las cataratas con mayor volumen de agua, debido a su anchura de 1708 metros y su altura de 108 metros. Se encuentra en el río Zambeze, en la frontera entre Zambia y Zimbabwe. El primer europeo en llegar allí fue David Livingstone, de ahí el nombre de Victoria en honor a la reina inglesa de la época, aunque su nombre original es Mosi-oa-Tunya "el humo que truena".